Como todos los miembros del género, C. spectabilis es un depredador que presenta una boca protráctil, tubular y enorme. Sus presas son otros peces, crustáceos e insectos. Vive en zonas bastante vegetadas de las orillas, donde se esconde para acechar a los animales que caza en el agua y a los insectos que caen desde la vegetación de la orilla.
Machos y hembras no son muy diferentes, aunque con cierto tamaño se puede ver cómo los primeros son algo más grandes y robustos, con la frente más desarrollada y las aletas dorsal y pélvica más puntiagudas. Supuestamente los machos pueden alcanzar los 30 cm, aunque los míos, con los que llevo menos de un año, no han crecido aún hasta esa talla. Y tampoco creo que lleguen, parece que se han quedado en unos 25 cm el macho y algo menos la hembra, lo cual ya es sinónimo de un pez con mucha presencia y que necesita volúmenes de agua altos.
Mi experiencia con estos peces indica que no son nada complicados a la hora de su mantenimiento. Han estado (y están ahora en otro acuario) en agua de Madrid, a un pH de alrededor de 7 y un KH de 2 (puede variar pero es lo habitual). Comen absolutamente todo lo que les eches, cuando digo todo es todo: desde spirulina hasta piensos de diferentes marcas y tipos. Por supuesto también devoran el mejillón descongelado o los pejerreyes. Son peces grandes y potentes, pero a pesar de ser muy dominantes porque tienen mucha presencia no son agresivos con otras especies, y aunque hay alguna carrera de vez en cuando (sobre todo cuando crían) no hay que lamentar mordiscos ni destrozos en los otros habitantes del acuario. Han hecho puestas de forma consistente desde principios de año, lo que ocurre es que no he tenido tiempo para sacar las crías y criarlas aparte. Pero lo haré. Las puestas las hacen a la vista en zonas planas, ya sean rocas o el cristal. Son muy numerosas, y es generalmente la hembra la que se queda cuidando de la nube de alevines. En este momento han llegado a morderme al meter la mano al acuario, pero no hacen mucho daño (aunque impresiona un poco, jeje.).
En resumen, un pez de los que se disfrutan, aunque hay que darle litros para hacerlo. Grandes, bonitos, inteligentes y con mucha personalidad, son una de las especies perfectas si tienes sitio y te gustan los cíclidos grandes y el tema sudamericano.
Os dejo aquí algunas fotos, incluyendo la puesta con la fertilización de los huevos por el macho mientras la hembra los pone en una roca.
no sabía que mantenías la especie. Por lo que comentas y la apariencia parece ser de esas especies duras que se amoldan a lo que sea, nada exigentes y para cualquier tipo de aficionado. Lo que sí me sorprende es su poca agresividad pese a su tamaño. A ver si para la siguiente puesta hay fotos 
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