El proyecto llevaba tiempo en mi cabeza, y ya tenía la estructura de la mesa de hierro, un montón de piedras recolectadas y bastante madera. Las piedras las fui cortando para que apoyasen completamente planas en el acuario.



Así todas las piedras de cierto peso apoyaban directamente sobre el cristal y nos curamos en salud por si a algún habitante del acuario le da por escarbar un poco.


Los troncos, madera de olivo de podas antiguas muy secas, fueron curados después de quitarles la corteza. Algunos troncos se han pegado más de seis meses en agua, y todavía tengo unos pocos en otro bidón terminando de curarse.

Una vez que dispuse del hueco en el salón metí la mesa para nivelarla perfectamente antes de pintarla con varias manos de imprimación protectora y Oxirón Forja. Además aproveché para romper la pared y meter un tubo de desagüe a la terraza, que junto con uno que se dejó cuando se hizo la casa que va desde el lavadero hasta el acuario facilitará mucho los cambios de agua.

La mesa se forró con chapón marino, protegido con varias manos de tapaporos y barniz marino, con una pasada de lija fina entre ellas. También le hice el agujero para los tubos del rebosadero.

Y una vez llegó la urna me puse con las tuberías de bajada y subida. Tiene una bajada extra de seguridad por si la primera se atorara por lo que fuera. La urna me la hicieron los mismos que me hicieron el 156, aunque el acabado no es el mismo por desgracia y he tenido que repasar algún detalle para dejarla fina.

Y ya me puse manos a la obra con el sump. Los cristales me los cortaron y pulieron en Acuario Málaga, así que ahora tocaba armar el puzzle. Con paciencia quedó listo en un par de tardes. Y se puede ver el corcho natural que he usado para poner entre el acuario y la mesa y el sump y la base. En el caso del acuario doble (8 mm en total)


Tiene un rebosadero que va hacia el desagüe de la terraza, para poder cambiar el agua sin esfuerzo, abriendo una llave desde el lavadero o conectado la salida de la ósmosis directamente al tubo. Mientras más agua le entra, más rebosa y sale fuera. Mientras más cómodo mejor.
Pasé las rocas, el sustrato (el mismo que tenía en el 300 con algo más de arena fina y clarita de Cádiz que me trajo nitro


He tenido que jurar y perjurar que la "pantalla" era provisional


Tras unos días midiendo valores y viendo que todo estaba bien, pasé los peces que estaban en un 120 provisionalmente. Es increíble el cambio que han dado, de comportamiento y colores en apenas un día. De estar acojonados y asustados a mostrar un comportamiento mucho más abierto y natural. Los limones en vez de nadar juntos delimitan territorios y los machos se pavonean con las aletas abiertas. Y los M. insignis igual, no hay tantos problemas entre la pareja y los machos sueltos. Se han adaptado tan bien que la oquedad natural que tiene la piedra de la primera foto del post la ha alicatado de huevos la hembra

Disculpad la calidad de las fotos, son todas con el móvil ya que liado no me daba tiempo a coger la reflex. Han sido un par de semanas muuuuuy estresantes liados con el trabajo, el acuario y encima los peques en casa de vacaciones. Esta noche cuelgo alguna foto de como está con los peces, a falta de rematar muchas cosas como la pantalla, decoración y algunos flecos aunque de momento no quiero molestar a los mesos a ver si sacan la puesta adelante. Me gustaría ampliar la población pero con especies pequeñas. Tengo 8 alevines de la puesta anterior de los mesos que cuando tengan el tamaño irán al acuario, junto con las guias que me pasó Fran. No se si completar el banco de limones (hay unos 24) o meter alguna especie más vistosa como los cardenales o algo que nade por arriba como los hachas.
Me gustaría quedarme con 2 o 3 parejas de M. insignis, una o dos de Guianacara y meter varios loricáridos (Sturisoma, L200 y L128 son los que más papeletas tienen).
Así que lo dicho, esta noche actualizo el post con más fotos, esta vez con la reflex
